Las deficiencias de nutrientes son más comunes de lo que se piensa. Muchas personas a menudo ni siquiera notan la escasez de nutrientes en su organismo al no haber síntomas tan notorios y esto trae problemas a largo plazo. Las enfermedades por falta de nutrientes, como la falta de vitaminas o de minerales, pueden tener graves consecuencias por lo que deben tratarse a tiempo.
Estas enfermedades se producen cuando una persona no recibe los nutrientes necesarios en calidad o cantidad por un largo tiempo. Esto puede ocurrir debido al bajo consumo de alimentos nutritivos y a su vez, al consumo excesivo de alimentos poco saludables.
Cuando una persona consume demasiados alimentos poco saludables o no recibe suficiente cantidad de nutrientes esenciales para mantenerse sano se dice que tiene “mal nutrición”. Los alimentos procesados y los refrescos son particularmente perjudiciales para la salud ya que contienen grandes cantidades de azúcar y grasa saturada, lo que además contribuye al desarrollo de problemas como obesidad y diabetes tipo 2. También pueden contribuir a problemas de salud mental, como la depresión y el estrés. Además, las deficiencias nutricionales también pueden provocar problemas de desarrollo y crecimiento en los niños.
Para prevenir las enfermedades nutricionales, es importante impulsar hábitos alimenticios saludables entre todos los grupos sociales y económicos. Esto significa promover el consumo regular de frutas y verduras frescas, así como reducir, o evitar si se puede, el consumo de alimentos procesados y refrescos azucarados. En ocasiones, es necesario complementar el consumo de nutrientes con suplementos alimenticios.
Lo ideal sería garantizar que todas las personas tengan acceso a un suministro adecuado y constante de alimentos nutritivos para satisfacer sus necesidades diarias. Y por supuesto, es importante mejorar los programas educativos sobre nutrición para ayudar a las personas a comprender mejor cómo mantenerse saludables mediante una dieta equilibrada y variada.
Como ejemplo, la falta de magnesio puede tener como consecuencia, dolores musculares y calambres, problemas cardíacos, presión arterial alta y problemas digestivos. Además, la deficiencia de magnesio puede afectar el sistema inmunológico del cuerpo. Esto significa que el cuerpo no está tan bien equipado para combatir infecciones o enfermedades inflamatorias como lo haría normalmente.
Es importante incluir siempre en tu dieta alimentos ricos en magnesio así como realizarse chequeos regularmente para conocer la salud de nuestro cuerpo y en su caso, emplear suplementos alimenticios para complementar los nutrientes que requiere nuestro organismo.