Hoy hablaremos sobre como cuidar las articulaciones. Las articulaciones permiten que el cuerpo realice todos los movimientos que necesita realizar diariamente. Para que se entienda bien; cada articulación está formada por ligamentos que conectan los huesos de dos en dos. Los extremos de los huesos están cubiertos de cartílago especial que facilita el deslizamiento de las superficies óseas una sobre otra. Para garantizar su función, el cartílago está permanentemente alimentado y lubricado por el líquido sinovial.
Tener una dieta balanceada. Cambiar tus hábitos alimenticios es esencial cuando eres propenso al dolor en las articulaciones. Los alimentos procesados tienden a aumentar el nivel de inflamación en el cuerpo, un desencadenante de la osteoartritis. Los trastornos articulares no son inevitables. Podemos limitar la aparición y los efectos mediante normas de higiene de vida a seguir en el día a día. Lo primero que deberíamos hacer es modificar los hábitos alimenticios y hábitos.
Vitamina C
Consume más verduras, en especial brócoli, las crucíferas tienen muchas cualidades nutricionales. Son ricas en antioxidantes como la vitamina C y alcalinizantes, lo que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico a la vez que favorece la renovación celular y fortalece los huesos gracias a los minerales que contienen. La vitamina C es importante para el cartílago cuya estructura está hecha de proteínas de colágeno. Vitamina C que permite la producción de colágeno.
Los pescados azules como las sardinas, el arenque o el salmón son ricos en omega 3 y vitamina D necesarios para el buen funcionamiento de nuestras células, además los omega 3 también son poderosos antiinflamatorios. No hay que olvidarse de las proteínas vegetales que participan en la renovación del tejido muscular y la masa ósea. Se recomienda su consumo regular para proteger las articulaciones.
Mantente bien hidratado. Mantenerse hidratado es fundamental para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo y por ende de nuestras articulaciones. Se recomienda especialmente variar las aguas que consumimos bebiendo agua ionizada compuesta por un pH más alcalino que ayuda a luchar contra la acidez de nuestro cuerpo.
Cuidar las articulaciones
Mantenerse en movimiento. Cuando una articulación permanece inmóvil durante demasiado tiempo, el cartílago está mal irrigado y mal lubricado. Por lo tanto, es importante mover las articulaciones regularmente para que funcionen de manera óptima. Además, estar activo también te permite ganar masa muscular, lo que ayuda a mantener las articulaciones en su lugar. Además se evita el problema del sobrepeso el cual es muy nocivo para las articulaciones, especialmente en la rodilla. De hecho, cada kilo de más, ejerce una carga y una presión adicionales sobre las articulaciones, lo que aumenta el riesgo de dañar el cartílago. Perder 500 g equivale a aliviar las articulaciones 2 kg con cada paso. Por lo tanto, perder al menos el 5% de su peso corporal ralentiza la degeneración del cartílago.