Seguramente alguna vez te has enfermado de un resfriado o gripa; ya sabes, el cuerpo cortado, cansancio, etc. Entonces fuiste a tu médico, te revisó y te dijo que se trataba de un padecimiento viral y acto seguido te receto algo para mejorar tus síntomas, pero sin embargo no te dio un antibiótico. Si eres de las personas que reclama el por qué el médico no te receta un antibiótico, presta mucha atención, porque al tratarse de una gripe o resfriado viral, de nada serviría haber tomado antibióticos en un inicio. Hoy en Soria Natural te mostraremos la perspectiva desde la medicina natural en la Infección viral o infección bacteriana.
Infección bacteriana
Distinguir entre una infección viral y bacteriana puede resultar abrumador si no se tienen claras las diferencias entre virus y bacterias asi como son los síntomas que desencadenan. Por ejemplo en una faringitis bacteriana hay fiebre (a menudo superior a 38,5 °C), el tipo de dolor en una infección bacteriana solo se relaciona con una parte del cuerpo, por ejemplo dolor al tragar o dolor de oído y muchas veces hay supuración o producción de esputo de forma abundante, si se revisa la garganta se pueden encontrar puntos blancos y cambios en el olor del aliento, los síntomas no mejoran significativamente por días.
Infección viral
Por el contraste en una infección viral generalmente se acompaña de malestar general, cansancio repentino, fiebre el primer día (excepcionalmente dependiendo del virus puede ser más alta y por mas días), al revisar la garganta se puede encontrar muy enrojecida, dolor muscular y articular. Aun así habría que estar pendiente de la sintomatología, ya que si un cuadro clínico se deteriora rápidamente, o si una tos inicialmente seca conduce a un esputo purulento, estos serían signos de que las bacterias pueden haber desencadenado una sobreinfección. Esto significaría que una gripe viral fue mal cuidada, había un mal estado nutricional etc. Por eso es importante no prescindir de atención medica.
Medicina natural
Afortunadamente gracias a los adelantos científicos y al desarrollo de la medicina natural, ahora se cuentan con medicamentos herbolarios capaces de mejorar significativamente la capacidad defensiva ante gérmenes de forma natural y prácticamente sin efectos secundarios al mismo tiempo que pueden ejercer directamente una función bactericida; de esta manera, aunque no se tenga completamente claro el tipo de germen implicado, se puede dar tratamiento de forma segura.
Medicamentos herbolarios
Una de las primeras ventajas que resalta al usar medicamentos herbolarios para tratar un padecimiento infeccioso es que, por regla general, se pueden usar sin importar el tipo de germen relacionado con la infección. Esto significa también que se puede usar una planta para tratar una infección viral, bacteriana e incluso por hongos (y además todo a la vez), por lo tanto, se reduce el riesgo de padecer sobreinfecciones. Algunos medicamentos herbolarios contienen fitoconstiruyentes que funcionan como antivirales y que además son ricos en nutrientes (Vitaminas y minerales) que se pueden ocupar para reforzar las defensas en contra de virus (por ejemplo durante el invierno) y al mismo tiempo mejoran el estado nutricional, (así es, nuevamente las hierbas hacen todo a la vez).
Otra gran ventaja es que la posibilidad de que haya resistencias bacterianas se reduce a cero, debido a que técnicamente no se trata de ningún antibiotico. Es decir que el modo de acción de los medicamentos herbolarios es principalmente mediante la potenciación de las capacidades inmunológicas.