¿Qué son los aminoácidos? Los aminoácidos son componentes fundamentales para los seres vivos y todos los cuerpos vivos contienen los mismos 20 tipos de aminoácidos, desde los microbios hasta los humanos. Existen 9 aminoácidos que son conocedos como “aminoácidos esenciales”, los cuales no se pueden sintetizar en nuestro cuerpo y es necesario ingerirlos a travéz de nuestra dieta. Los 11 aminoácidos restantes se pueden sintetizar a partir de otros aminoácidos del cuerpo y por eso se nombran “aminoácidos no esenciales”.
Los aminoácidos esenciales son: Histidina, Isoleucina, Leucina, Lisina, Metionina, Fenilalanina, Treonina, Triptófano y Valina.
Los aminoácidos no esenciales son: alanina, arginina, asparagina, ácido aspártico, cisteína, ácido glutámico, glutamina, glicina, prolina, serina y tirosina. Sin embargo, tanto los aminoácidos esenciales como los no esenciales juegan un papel importante para mantener nuestra vida.
Alcanzar una nutrición equilibrada es importante para tener una vida sana. Es necesario obtener 5 nutrientes principales (proteínas, grasas e hidratos de carbono, además de vitaminas y minerales) de forma equilibrada. La ingesta diaria necesaria de estos nutrientes está determinada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en muchos países. Si este equilibrio se rompe, como cuando se ingiere un nutriente en exceso, aumenta el riesgo de obesidad y enfermedades relacionadas con el estilo de vida.
En cuanto para mejorar el rendimiento físico de una persona deportista, es recomendable el consumo de suplementos alimenticios con proteínas, formadas por combinaciones de aminoácidos esenciales y no esenciales, entre los que se encuentran los BCAAs.
El consumo de proteínas es mediante los alimentos, pero cuando se necesita incrementar la ingesta dietética total, complementarla o reemplazar alguno de sus componentes se acude a suplementos alimenticios como los aminoácidos de cadena ramificada (BCCAs, Branched-Chain Amino Acids).
Según la Federación Mexicana de Nutrición Deportiva, los BCAAs se obtienen de fuentes de origen animal, como la carne de res magra, cerdo, pollo, huevo o pescado; leche, yogur o quesos bajos en grasa; y fuentes vegetales, como quinoa, soya, frijoles, chícharos, lentejas, nueces y semillas.
Se ha estudiado que, al consumirlos como suplemento alimenticio, en combinación con una buena dieta, su acción es más rápida por llegar fácilmente a la sangre y tiene prontos efectos en el deportista.