La práctica de la medicina herbolaria o medicina naturista se basa en el uso terapéutico de las plantas medicinales como suplentes de las medicinas farmacéuticas o en combinación siendo utilizado día a día en medicamentos naturales. De las plantas se usan sus extractos en diversas formas de preparación, para mejorar el estado de salud.
La medicina herbolaria se utiliza desde tiempos remotos para curar o aliviar distintas enfermedades, dando lugar a los fitofármacos, y es apreciada por su bajo costo y por los reducidos índices de toxicidad, en comparación con los productos de síntesis.
Cambios de temperatura y el uso de plantas medicinales
Hay épocas del año donde se producen una serie de resfriados, gripes y catarros, debido a que nuestro organismo se enfrenta a cambios bruscos de temperaturas. Cuando se producen estos cambios nuestras defensas se reducen y es normal que acabemos atrapando resfriados, sobre todo los niños y las personas mayores.
Existen hoy en día, plantas medicinales que al combinarlas pueden dar origen a medicamentos herbolarios o a suplementos alimenticios que sirven para combatir estos síntomas, algunas plantas pueden ser el tomillo y la equinácea, dos sustancias muy importantes para nuestro sistema inmunológico y que se pueden encontrar en distintos formatos como cápsulas, gotitas orales, aceites.
Tomillo (Thymus vulgari): Es una planta mediterránea por excelencia, el tomillo crece en terrenos áridos y rocosos. Su olor especial, que lo hace esencial para cocinar, se debe a la presencia, en glándulas microscópicas, de un aceite esencial rico en fenoles, en específico en timol. El extracto de tomillo ayuda a calmar el tracto respiratorio superior (garganta, cuerdas vocales, faringe). Se emplean las hojas y flores en infusión o el aceite esencial. Sus propiedades son: Antitusígena y expectorante, Antibiótica, antiviral y antifúngica, Antiinflamatoria y cicatrizante.
Equinácea (Echinacea angustifolia): es una planta originaria de Norteamérica usada durante siglos para tratar diferentes dolencias y también por sus propiedades terapéuticas para fortalecer el sistema inmunológico y combatir las infecciones.
La planta de la echinacea tiene unas propiedades antivirales y antisépticas que ayudan a prevenir los resfriados, los catarros y la gripe fortificando nuestras defensas. Está demostrado que los beneficios de esta planta nos ayudan a hacer frente al resfriado común y a reducir los principales síntomas como la fiebre, la mucosa, las irritaciones o la tos.
Hoy en día estas dos plantas poseen grandes beneficios a la salud. La elaboración de medicamentos herbolarios o suplementos alimenticios con estas plantas pueden ayudar en conjunto a fortalece el sistema inmunológico, creando una barrera para combatir a los virus y bacterias.